Declaración de principios Y no hay tu tía!

Luego del brindis de año nuevo, seguido de unos cuantos días de ausencia estival, Y no hay tu tía! está de vuelta.
Para empezar el 2010 no voy a bienvenirte, porque sería una redundancia, ya te bienvine en el principio de este blog y supongo que si a esta altura seguís acá, bueno, no sé, vos sabrás...
En fin, que en estos tiempos de cambios, de nuevos comienzos, mejor recordar y recordarse quién es uno, como para no perder el punto de vista, vió?

Y no hay tu tía! es la hilacha que se muestra, la tierrita que ya hace bulto debajo de la alfombra y se autodelata, el cajón al que nunca le cambiaste el papel floreado del inquilino anterior y que además está medio roto y bastante despegado, la quinta pata del gato, el pelo en el huevo, los 5 que faltaban para el peso, el recién nacido que parió la abuela cuando ya éramos pocos, el último trago, el quiero vale 4, el medio vaso lleno y a veces el vacío, el manotazo de ahogado, il morto chi parla, pero también la niña bonita, el pucho escondido para cuando no tenés más puchos, el no va maaaás y la línea de largada, los garabatos mientras hablás por teléfono, las señas que hacía el penado 14, la resaca y el yoga, la nostalgia, el mañana es mejor y el futuro que llegó hace rato como vos no lo esperabas; es decir retazos de la vida en borrador, en eterno work in progress.